En su núcleo, el BI implica recopilar datos de diversas fuentes, limpiarlos y organizarlos en una forma que sea fácilmente comprensible. Luego, estos datos se utilizan para crear informes, paneles de control y análisis que ayudan a las empresas a visualizar su rendimiento y tomar decisiones basadas en datos.
El BI se aplica en una variedad de industrias y departamentos, desde marketing y ventas hasta recursos humanos y gestión financiera. Su versatilidad radica en su capacidad para proporcionar información relevante a través de gráficos, tablas y visualizaciones, lo que facilita la comprensión de los datos incluso para aquellos sin experiencia técnica.
En resumen, el BI es una herramienta esencial en el mundo empresarial moderno. Ayuda a las organizaciones a competir de manera más efectiva al proporcionar información valiosa y basada en datos que impulsa la toma de decisiones estratégicas.